9. Evaluación del Software Educativo
¿Cómo evaluar el software educativo?
En primer lugar, debemos asentar la base de la evaluación del software en que un profesor que se sitúe en una perspectiva no ya crítica, sino al menos práctica del currículum, debe valorar y sopesar ventajas e inconvenientes de todo recurso que introduzca en el aula. No aceptará sumisamente cualquier material, herramienta, etc. que le llegue a las manos y le garanticen que es adecuado, sino que tratará de comprobarlo por él mismo.
Podemos argumentar varios propósitos de la evaluación del software. Si valoramos su carácter formativo, el propósito será el de mejorar el programa. Esta es la principal finalidad de las entidades programadoras. En segundo término podemos establecer la importancia de descubrir la eficacia instructiva, de lo que se deduce que se requiere un análisis comparativo tanto del programa con otros programas, como del programa con otros medios no informáticos. Por otro lado, mediante una observación directa, lograremos determinar lo que de verdad ocurre cuando se utiliza el programa, ya que puede tener unos fines pero no llegar a cumplirlos, o incluso que se den cita otras circunstancias que no se tenían en cuenta, ya sean de carácter positivo o negativo.
Por último, no debemos olvidar la función predictiva de toda evaluación, que trata de comprobar sus características para su selección. Esta última función de signo predictivo al que aludíamos en líneas anteriores, es la que nos interesa como profesorado, ya que la única manera que tiene el maestro a la hora de decantarse por la aplicación de cualquier recurso didáctico es la de observar sus características previamente a su aplicación y tratar de predecir de qué manera se comportará en el aula. En realidad, el docente siempre evalúa previamente todo recurso que se plantea utilizar, pero le es tan cercano y conocido que lo hace de manera natural e inconsciente. El ámbito informático supone una adaptación cualitativa muy importante en este aspecto, pues aún no le es próximo y no se encuentra habituado a este entorno. Por otro lado, este recurso tiene un grado de complejidad sustancialmente mayor que cualquier otra, por lo que hasta un experto en la materia necesita instrumentos de evaluación (no necesarios para otros recursos) y disponer de mayor tiempo que para cualquier otro medio.
CRITERIOS Y FÓRMULAS PARA LA EVALUACIÓN Y SELECCIÓN DEL SOFTWARE EDUCATIVO
- Grado de interactividad que permite con el usuario.
- Funcionamiento (sencillez/dificultad de uso, compatibilidades, velocidad de ejecución de las órdenes y de respuesta, etc.)
- Manual de instrucciones.
- Compatibilidad con otros sistemas y entornos ajenos al programa.
- Compatibilidad multimedia.
- Recursos multimedia que utiliza.
- Cumplimiento de los objetivos pedagógicos marcados.
- Adecuación (al estadio evolutivo, al contexto…)
- Metodología utilizada.
- Acompañamiento de guía didáctica.
- Grado de profundización de contenidos.
- Estructuración y calidad de los contenidos.
- Actividades cognitivas que promueve (psicomotricidad, memoria, comprensión, cálculo, análisis, orientación espacial, expresión oral…)
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